martes, 27 de octubre de 2020

Mentolados

 Así es como me gustan. Tus besos. Ese aire refrescante que precede a encender la mecha de nuestras pasiones. Siempre acabamos igual. No tenemos apaño.

Como dos caballos por fin libres que corren como alma que lleva el diablo. Así somos cuando nos unimos. Cuando nuestro fuego se mueve al compás de nuestros cuerpos. 

Mentolados. Mi forma favorita de recibir tus mordiscos. Y que el dolor arda en mi piel. Un dolor placentero y salvaje que se va hundiendo en mi ser hasta hacerme explotar.

Tu frescor me cala todos los huesos. Me hace estremecerme en un escalofrío maravilloso indicativo de lo que está por venir. Un escalofrío que recorre con electricidad cada uno de mis centímetros. Esos que después, tú, recorres con la lengua. 

También es así el frío que se queda cuando tú te vas. Cuando ya me has acabado. Dejando todo tu olor en mí, en mis manos, en mi boca, en mis muslos, en mi ser. No se salva nada de ti. Lo salpicamos todo.

Al menos la menta es la forma  física de saber que has venido a mí. El recuerdo final que permanece y me muestra que estuviste. Que me atravesaste tú y no solo la electricidad que desatas en mí. 

Mentolados son como me gustan tus besos, porque saben a mí, en otro tiempo. Porque saben a la felicidad de tenerte y de haber vivido. Saber a hoy y ayer. Y a la promesa de un mañana.

Mi estación favorita es la Primavera, donde todos tus besos me saben a menta.

3 comentarios:

  1. parece ser un artículo muy alentador lamentablemente está en español. Beatrice, ¿cómo podemos cambiarlo a inglés?

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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