jueves, 23 de julio de 2020

Insomnio

Creo que lo mejor de mi situación, como persona que no duerme, es la cantidad de veces que podría verte dormir y velar por tus sueños. Que nada malo ocurra.
Creo que podría acostumbrarme a unir los lunares de tu espalda noche sí noche también mientras descansas sobre mi pecho. 
Y cada día que termina, admirar tu facilidad para quedarte dormido en cualquier parte. Evitar que nada perturbe esa tranquilidad. Son los pocos momentos en los que puedo protegerte yo a ti.
He sentido cómo tu respiración iba curando cada herida que tengo. No me queda ninguna por cerrar después de todas las veces que te he visto dormir conmigo. 
Es un nuevo desorden, el nuestro. Tú me observas a mí cuando hablo, memorizas cada risa para recordarme después cuál te gusta más. Yo te observo a ti cuando sueñas, memorizo cada movimiento y cada cambio de respiración para que me recuerdes después si era algo bonito o una pesadilla. 
Son un derroche todas las noches que paso sin ti. Me quedan las tardes, las siestas eternas, las posturas imposibles para abrazarnos sin darnos calor en las horas muertas de verano. Eso es lo que se me queda grabado en la piel y en el recuerdo. 
No me apetece ya dormir, solo quiero verte descansar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario